La Ley de la Asunción, popularizada por Neville Goddard, no solo es una herramienta de manifestación, sino también un puente entre la mente humana y el plano espiritual. Desde una perspectiva espiritual, esta ley no es simplemente una técnica para “obtener cosas”, sino una forma de alinearse con el poder creativo del alma y recordar nuestra conexión con lo divino.

La conciencia como el poder creador

En el corazón de muchas enseñanzas espirituales está la idea de que Dios habita en nosotros, no como una figura externa, sino como nuestra conciencia misma. Para Neville Goddard, “la conciencia es la única realidad”, y asumir un estado deseado significa reconocer que ya eres eso que buscas ser. Esto está muy alineado con corrientes místicas de diversas religiones, que sostienen que la divinidad se expresa a través de nuestros pensamientos, emociones y decisiones.

El presente como templo espiritual

La espiritualidad auténtica enseña que el momento presente es sagrado. Al aplicar la Ley de la Asunción, se invita al practicante a sentir ahora lo que desea experimentar en el futuro, lo cual es un acto profundamente espiritual. Es reconocer que el “ahora” tiene poder creativo, que no necesitamos esperar señales externas para sentir plenitud, amor o prosperidad.

El yo superior y el poder de imaginar

Desde una óptica espiritual, imaginar no es un simple juego mental, sino un canal de comunicación con el Yo Superior. Cuando asumimos que ya somos felices, sanos o abundantes, estamos vibrando en sintonía con la parte más elevada de nuestro ser, que ya vive en ese estado. Es como sintonizar una frecuencia en la radio del alma.

La fe como motor

La Ley de la Asunción requiere fe: no en un poder externo que “te dará” lo que quieres, sino fe en tu propia divinidad. Espiritualmente, esto significa confiar en que tú ya eres el creador, el templo y el milagro. Esta fe se convierte en certeza, y la certeza se convierte en manifestación.

Conclusión

La espiritualidad profunda no contradice la Ley de la Asunción, sino que la potencia y la transforma en una práctica sagrada. No se trata solo de atraer una casa o una pareja, sino de recordar quién eres realmente: un ser espiritual con el poder de crear su realidad desde la conciencia.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad