La Ley de la Asunción, popularizada por Neville Goddard, enseña que aquello que asumimos como verdadero en nuestra mente, termina manifestándose en nuestra realidad. Esta poderosa idea, aunque moderna en su formulación, tiene raíces profundas en la espiritualidad y en textos sagrados como la Biblia. De hecho, muchos pasajes bíblicos pueden interpretarse como ejemplos claros de cómo esta ley ha sido enseñada, practicada y validada a lo largo de los siglos.

1. “Como piensa en su corazón, así es él” – Proverbios 23:7

Este versículo es uno de los pilares que mejor conecta con la Ley de la Asunción. Indica que nuestra realidad externa es un reflejo directo de nuestros pensamientos internos, especialmente de aquellos que sentimos con convicción. Según Neville, no basta con pensar algo, hay que sentirlo como ya verdadero, exactamente como dice este versículo.


2. “Todo lo que pidáis en oración, creyendo, lo recibiréis” – Mateo 21:22

Jesús enseñaba que la clave para recibir no era simplemente pedir, sino creer firmemente que ya hemos recibido lo que pedimos. Esto es, en esencia, asumir el estado deseado como ya cumplido, que es precisamente la base de la Ley de la Asunción.


3. “Llámese hecho” antes de verlo – Romanos 4:17

Hablando de Abraham, se dice que “llamó las cosas que no son como si fuesen”. Esta es una de las formas más claras de manifestación mediante la asunción. Se trata de comportarse y sentir como si la realidad deseada ya existiera, confiando en que esa certeza interna la atraerá al plano físico.


4. “Sea hecho conforme a tu fe” – Mateo 9:29

Aquí, la fe se muestra como la fuerza creativa que define la realidad. Para Neville Goddard, la fe no es un simple deseo, sino una asunción interna de que algo es cierto, sin importar lo que digan las apariencias externas. Este pasaje refuerza la idea de que la experiencia personal está determinada por nuestras creencias más profundas.


5. “El Reino de Dios está dentro de vosotros” – Lucas 17:21

Este versículo recuerda que todo poder creador reside en nuestro interior. La Ley de la Asunción nos enseña a no buscar fuera, sino a entrar en nuestro mundo interno, crear desde ahí, y confiar en que el mundo exterior reflejará esa nueva realidad interna.


Conclusión

La Ley de la Asunción no está reñida con la espiritualidad ni con la fe cristiana. Al contrario, muchos textos bíblicos parecen confirmar esta antigua sabiduría: cree, asume, siente como verdadero… y se te dará. Ya sea en el plano material, emocional o espiritual, la clave del cambio está en el corazón y la mente de quien se atreve a vivir desde el deseo cumplido.

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